Nuestra visión es llevar a las personas a una relación intensa con Dios, amar y servir a los demás, y dar a conocer a Jesús a todos los pueblos, en el poder del Espíritu Santo.
Queremos ser una iglesia que crece hacia Dios, en un serio compromiso con Él, buscando conocerlo en Su intimidad, poder, gracia y en Su fuerza.
El segundo aspecto de esta visión es un crecimiento hacia afuera, en el sentido de ser una iglesia contextualizada, que marca la diferencia en la comunidad y que penetra en todos los ámbitos de la sociedad, dejando la huella de la sal y la luz del Señor Jesús.
Por eso queremos dar a conocer a Jesús a todos los pueblos, a todas las personas y queremos servir a nuestros semejantes demostrando de manera práctica el poder y el amor del Señor Jesús.